
Orquídea roja en vaso de plata,
el reloj detiene a las seis la marcha
de sus brazos de oro que atrapan el tiempo
de dos que conversan sin cruzar palabras
En el bar oscuro de oscura fachada
entre humo denso y aroma de bebida barata
danza triste y resuelta, en ajena mirada
una orquídea roja en vaso de plata.
Nat, la vecina de la puerta de al lado.
Con gran ritmo e imágenes claras que, a la vez envuelven cierto surrealismo en su atmósfera, fui leyendo este hermoso poema. De verdad bello.
ResponderBorrarAntonio Vizcaya Durán.
Gracias Antonio por tu comentario.
ResponderBorrarViniendo de ti, me enorgullece.
Nat
Es un grandioso poema, de una dama noble como tú no podría esperar menos.
ResponderBorrarSaludos bella pandora.
ke delicia de poema vecina me enkanta pasar por su rinkon...
ResponderBorrarun besote