La orilla y su frontera.
Marea alta, marea baja, atracción y repulsión.
Un paso hacia adelante, unos cuantos hacia atrás, no existen las retribuciones equitativas..
Las olas dibujan fronteras ondulantes, caminar en la estela de la espuma, con los brazos abiertos, equilibristas en el filo de la vida, el sol del atardecer ciega la vista y lo pinta todo color deslumbrante... ceguez premeditada.
En la soledad del silencio, una gaviota grazna, sigue buscando las limosnas disfrazadas de migas de pan, vuela ciega y tranquila sobre los límites, ha caído en la trampa de ser domesticada o quizás ya no busca justificaciones para su vuelo.
La orilla y su frontera, las retribuciones equitativas no existen.
Marea alta, marea baja.
by la vecina de la puerta de al lado
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