Turbulentas aguas que a mi llegasteis
cuando era calma lo que yo buscaba.
Tormentosas noches que me alejasteis
de la paz que en mi silencio aguardaba;
cuando era calma lo que yo buscaba.
Tormentosas noches que me alejasteis
de la paz que en mi silencio aguardaba;
pues los golpes seguro que escuchasteis
cuando el alma a mi razón golpeaba.
La lucha que vosotras propiciasteis
me trajo hoy, el sosiego que anhelaba.
Y en este espejo me miro y lloro,
pues refleja el rostro del que ha nacido.
Grifos y arpías que dentro habitáis,
en piedra os transforma la voz de un coro;
mientras, un ciprés me dice al oído:
"si…, es cierto, los valientes resucitáis".
Don Lorenzo de Gómez.
Iberia
2 comentarios:
Un gran soneto, sin duda alguna. Lograr un hilado fino entre la trova de nuestros ancestros y el verso actual es digno de tener en cuenta. Gracias.
Saludos moscugaéticos.
Don Lorenzo de Gómez, mi Capitán, mi Capitán, os agradezco vuestra presencia engrandeciendo la luz de Antaria y Poesía.
Siempre a vuestras órdenes, os saluda y agradece infinitamente
Lady Natalia de Antaria
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