Sobre la arena,
en siesta de pantano,
se derrite quebradizo
un sol aterrado.
Cercenan sus haces
mi sierra de acero.
Guardan las distancias
de mi siniestro averno
afilados vigilantes.
Vestíbulo profundo,
entrada abierta
por el calor sepultada;
aguarda paciente,
a que la brisa se despierte.
Barquero del lago,
pérfidas líneas
surcan las aguas
de mi turbia esfera,
sombra sigilosa,
más artera que el diablo.
Letargo de barro,
hundido en el fango,
entre coletazos y mosquitos
sueño hambriento
en el tedio de la tarde
orgías de carne.
De dragón pupilas,
yemas ancestrales,
fijan a tus ojos
con la muerte.
!Cuídate viajero!
No te acerques demasiado.
Bien pudiera ser,
que a húmedos bocados,
devore tus sentidos
y me revuelque en tus entrañas.
Hazme caso,
te lo advierto;
pues soy sin duda
cocodrilo viejo...
Elcocodrilo taimado
http://www.loscuentos.net/cuentos/local/elcocodrilotaimado/
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domingo, diciembre 17, 2006
Retrato ©
Publicadas por nat a la/s 3:45 p. m.
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