Poeta resaltado con negrita, porque él encarna el romanticismo de los que riman, transbuta su amor por la poesía, José Javier no solamente la escribe, la vive.
Mientras muchos de nosotros los aprendices, mientras todos los otros, los maeses, damos de cabezazos buscando una editorial que se digne a publicar nuestro trabajo (seguramente para sentir el ego henchido con los aplausos, más que nada los propios autorealizados) Fernández, Verdamir en la comunidad poética de la que somos integrantes, cual orfebre elabora sus poemarios, impregna
cada libro-objeto de su esencia y sale a recorrer las calles con su fruto y su actuar hacedor. Y no se queda en esto solamente busca otros caminos, musicaliza apoyado por amigos sus poemas y les otorga alas más amplias al llevarlos a otras lenguas como el
valenciano, inglés y francés.
Os presento a José Javier, en esta entrevista que le han realizado, disfrutad de la magia de este compañero que siembra y acciona para alcanzar sus quimeras.
(Clica en la imagen para poder leer la entrevista)
oooOooo
Trilogía de José Javier Fernández.
Al fino día de playa.
Tú perteneces al fino día,
al aire de repente que absorbo.
Para tu sonrisa clara,
suave como tus manos.
Como un niño va y viene, voy,
de la luz al reflejo,
del tiempo ocioso al laboro;
nace la luna con tu desnudez simple.
Dos estrellas visitan tu pecho,
y la virginal línea de tu vientre,
¡ah, amor! Eres un racimo de agua,
y la mar te zarandea despacio.
De la sombra de la lámpara,
haces figuras en el espacio.
Para tu boca de nada toda llena,
para la perla en tu cuello milagrero.
Yo voy atando de sal los trinquetes,
voy a tus piernas como un navío,
que a lo lejos se rompe del cielo,
en los entrehilos de la locura.
¡Ah, amor, tú que brevemente
eres la llama que cimbra en la playa!
¡Ah, amor como un mundo,
qué bonita eres, amor, qué bonita!.
Me perdone Buda
Es tu cuerpo la anatomía suprema,
con el licor de tu interior como crema,
bálsamo que calienta mi entrepierna,
bálsamo que me hace temblar las piernas.
Es imposible, por eso verso, describir este amor.
A veces es el capullo de una rosa que muere de lenta.
Otras, es el estallido de una desafiante del fuego.
Ambas son demostraciones de mi amor por ti.
Sé que las entiendes, que me las agradeces,
mas nunca cedes a que por la boca salga,
un "te quiero mi niño" o un "te necesito".
Yo no puedo pasar sin ti y me perdonen,
me perdonen los budistas si dicen que esto es apego,
pero es que si no lo es, yo de bruces me pego.
El horizonte también te conoce.
He lanzado mi mirada hacia el horizonte,
y he encontrado entre sus dorados y rosas,
la misma respuesta que hallé en el monte.
La masa no la conoce por estar en otras cosas.
Le he preguntado también al sol en el ocaso,
por qué eres reacio a tenderme una mano,
y sonriente me ha contestado que no es fracaso,
tan sólo una puesta a punto para un humano.
Me he quedado dubitativo, esperando algo más,
pero tan sólo me dijo que lo que ansío, no tardará,
que nada más esperas la partida de los demás,
que algo de lo que has sembrado en mí, germinará.
oooOooo
Los poemarios de José Javier los puedes encontrar en la página de la comunidad poética Asociación Cultural Poesía en la Red
No hay comentarios.:
Publicar un comentario