Calor del infierno en Santiago de Chile, tanto como para evitar pensar, no debería estar escribiendo esta columna, no tengo idea que engendro asomará con el punto final del artículo.
Recordaba la lectura que hice el domingo al blog de mi amigo JAC, me viene como idea lo que él le comentó allí a una amiga acerca del fin de éstos.
Pues bien cuando comencé mi vida en las bitácoras, creo haber sido una de las primeras chilenas en sucumbir al encanto de este instrumento, he abierto blogs como esquizofrénica, abarcando desde el típico diario de vida on-line , pasando por uno bastante feminista dedicado a mostrar las fotos de los hombres guapos , tirando veneno en otro que comentaba el acontecer político-social de mi país, hasta llegar a éste, que comenzó como un blog personal y, aparición de rayo iluminador de por medio, terminó conviertiéndose en un medio de difusión de arte,principalmente arte escrito.
Ha crecido Antaria y Poesía, siempre han habido personas, amistades dispuesta a colaborar y me siento en estos momentos muy orgullosa de poder contar con algunos amigos que comienzan a participar más activamente con una publicación semanal, otorgando así otra perspectiva de vista a la bitácora.
Vamos bien dice mi lado de creadora del blog, pero la publicista basada en aquellas teorías de comunicación que aprendió siglos atrás, no puede dejar de hacer una mueca ante un hecho que puede desmentir todas las visitas mensuales del blog ( jolines, aproximadamente 2.500 cada mes el año 2007, todo un orgullo para mi y todo un hecho risorio para una amiga que en su página de recetas recibe mas de 30.000 visitantes mensuales)y ese hecho se basa en la cifra de comentarios que tiene Antaria: unos cuántos, una cantidad definitivamente absurda.
No sé en qué irá, me lo explico por dos hechos, el primero que es una bitácora más de lectura; el segundo, lo baso en que en internet el tiempo es oro, todo va a velocidad bits y mientras más surfée un cibernauta se considera más cibernaúticamente informado.
Hay un tercer punto al que podría adjudicarle los pocos feedbacks de este blog, pero ese me lo guardaré, quizás si lo hago manifiesto termine por perder a las 2.500 visitas mensuales.
Hmmm, dicen que a grandes males, grades remedios: desde hoy y bajo el amparo de mi omnisapiencia y omnipoder he quitado la opción de comentarios. Así me autoengañaré, creeré que en el ciberespacio surgirá un movimiento destinado a hacer que esta bitácora abra nuevamente sus comentarios, creeré que por fin los lectores desean participar, leen los posts y que , oh My God, pueden opinar.
AHá, soy una autoengañadora empedernida, en una semana más retiraré por tanto el cuenta visitas.
LO dije, en Santiago de Chile, hoy hace un calor que vuelve estúpido.
Recordaba la lectura que hice el domingo al blog de mi amigo JAC, me viene como idea lo que él le comentó allí a una amiga acerca del fin de éstos.
Pues bien cuando comencé mi vida en las bitácoras, creo haber sido una de las primeras chilenas en sucumbir al encanto de este instrumento, he abierto blogs como esquizofrénica, abarcando desde el típico diario de vida on-line , pasando por uno bastante feminista dedicado a mostrar las fotos de los hombres guapos , tirando veneno en otro que comentaba el acontecer político-social de mi país, hasta llegar a éste, que comenzó como un blog personal y, aparición de rayo iluminador de por medio, terminó conviertiéndose en un medio de difusión de arte,principalmente arte escrito.
Ha crecido Antaria y Poesía, siempre han habido personas, amistades dispuesta a colaborar y me siento en estos momentos muy orgullosa de poder contar con algunos amigos que comienzan a participar más activamente con una publicación semanal, otorgando así otra perspectiva de vista a la bitácora.
Vamos bien dice mi lado de creadora del blog, pero la publicista basada en aquellas teorías de comunicación que aprendió siglos atrás, no puede dejar de hacer una mueca ante un hecho que puede desmentir todas las visitas mensuales del blog ( jolines, aproximadamente 2.500 cada mes el año 2007, todo un orgullo para mi y todo un hecho risorio para una amiga que en su página de recetas recibe mas de 30.000 visitantes mensuales)y ese hecho se basa en la cifra de comentarios que tiene Antaria: unos cuántos, una cantidad definitivamente absurda.
No sé en qué irá, me lo explico por dos hechos, el primero que es una bitácora más de lectura; el segundo, lo baso en que en internet el tiempo es oro, todo va a velocidad bits y mientras más surfée un cibernauta se considera más cibernaúticamente informado.
Hay un tercer punto al que podría adjudicarle los pocos feedbacks de este blog, pero ese me lo guardaré, quizás si lo hago manifiesto termine por perder a las 2.500 visitas mensuales.
Hmmm, dicen que a grandes males, grades remedios: desde hoy y bajo el amparo de mi omnisapiencia y omnipoder he quitado la opción de comentarios. Así me autoengañaré, creeré que en el ciberespacio surgirá un movimiento destinado a hacer que esta bitácora abra nuevamente sus comentarios, creeré que por fin los lectores desean participar, leen los posts y que , oh My God, pueden opinar.
AHá, soy una autoengañadora empedernida, en una semana más retiraré por tanto el cuenta visitas.
LO dije, en Santiago de Chile, hoy hace un calor que vuelve estúpido.
Nat