Césares apocalípticos del verso ©

Monjes inmediatos de la poesía
profana envuelvan el desván
apocalíptico del verso;
ductor que las musas asumieron
por perverso, vocablo inverso
de sedante ensoñación.

Pardal iluminado que las luces te tiñeron
vuela alto en jerarquía y despréndeme de letras,
es así el modo incierto de mi boca y parlamentos,
santo pederasta que violasteis mis encierros.

Mímica de horas calvas satisfacen el guión
es la vida que me corre trazo a trazo en un reglón;
antepongo mi joroba de un tenaz “ escribidor” con la
pluma que se moja entre soya, sal y dulce, entre
coplas mas perdón.

Oh gentileza , hampa, chusma, que la goma me borró

por haber pecado tanto de modorra y buen licor,
pasaré entre cantinas absorbiendo el amor que la
gente me platique porque yo no siento hoy.

Galería de muñecos dibujados en papel con los
céntimos ociosos que entre comas yo pisé,
ya no hay arte que convenza y que llegue a tu fogón
porque en nieve te tallaron, derretirte es un horror.

Bizarro entre bizarros estupefactos en monólogos,
son dos,
el que escribe en recipientes y el crea en un papel,
dale pausa al movimiento que tu mano estallará
impactando las negrillas muerte alta entra ya.

Cela en prosa lo que en métrica no da,
las estrofas voy midiendo y voy soplando
tu verdad,
indigente de las letras es mi lema al crear,
lo pausado en lo divino de la mano saciarán.

Ínfulas malditas de colosos escritores
¿Dónde están las alas qué supones te
sostienen?;
insurgente entre muchos la gramática se
hará y absorberte en un segundo tú
maldita vanidad;
¿Aludida yo?, ¡Quizá!.

María Eleonor Prado Mödinger
La_Entidad
T.D.R

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