Si, reconozco que hay noches en que me aferro a la almohada como naufrago a su tabla, y noches en que derramo lagrimas de inocencia por tu ausencia.
En las estelas de sueño te veo lejano y compasivo, saludando a lo lejos sonriendo desde la abismal distancia. Ensueño fue la ilusión de sentirte entre mis brazos, adios espejismo de mi en mi otro yo.
1 comentario:
Precioso y tan real....Besos. Magda
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